Hace algunas semanas, ya se negoció en el Mercado Argentino de Valores (MAV) la primera factura de crédito electrónica (FCE). La operación fue por un monto superior a los 4 millones de pesos, a 50 días de plazo y con una tasa del 45%.
Las FCE es uno de los instrumentos financieros impulsados por la Ley de Financiamiento Productivo del año pasado y que se orienta a las Pymes proveedoras de grandes empresas. Con esa ley, la pequeña y mediana empresa es dueña de las facturas que emite y que la gran empresa compradora conforma. Es obligatoria y alcanza, según la AFIP a unas 1.400 grandes compañías que paulatinamente deberán adecuarse a la emisión de esos títulos.
Fernando Luciani, Director Ejecutivo y CEO del Mercado Argentino de Valores (MAV), asegurá que “las FCE son la herramienta más poderosa para organizar las finanzas de las pymes” y sostiene que “quizás pasó un poco desapercibida la importancia de la herramienta, pero antes, una pyme entregaba su producto a la gran empresa y cobraba cuando podía. Ahora, en cambio, a los 30 días ya puede comenzar a negociar la factura que pasa a ser de su propiedad”.
Y agregó que “también le sirve a las grandes empresas ya que pueden extender el pago y planificar la cancelación de la factura sin quedarse sin insumos”.
Respecto de su aplicación inmediata, sobre todo por el terremoto financiero post PASO, Luciani dijo que “el contexto es muy complejo y más para las pymes, que son más vulnerables financieramente y hoy conseguir fondos al 55%, por dar una cifra, es posible en el mercado de capitales. El panorama es realmente difícil, pero la economía sigue existiendo”.
Fuente: Clarin